Amar es conocer a Dios (1 Juan 4,7-9)

¿Qué es el amor? ¿Sabemos amar? ¿hemos amado hasta que duela? Son preguntas que como cristianos deberíamos realizarnos frecuentemente, la mayoría de las veces creemos que amor es solo entregarse por el otro, estar en los momentos indispensables, pero realmente el amor va más allá, pues el AMOR es la clave de la santidad si sabemos amar sabremos ser santos, recordemos que “al atardecer de la vida seremos examinados en el amor[1],

la primera carta de san Juan gira en torno al amor dando puntos claves, incluso lo podemos resumir en que “DIOS ES AMOR”.

En el versículo 7 el autor ya nos dice que el amor procede de Dios, es un milagro no es algo que se fabrica o se lo compra en los supermercados, por ello es necesario analizar cómo estamos en intimidad con nuestro Padre que está en lo secreto[2], pensemos qué cosas pedimos, pues a veces nos enfocamos tanto en pedir cosas innecesarias, aunque nuestro Padre sabe cuáles son nuestras necesidades, Él espera que nosotros le clamemos, nos deja a libertad un amor libre, aunque el mayor error que cometemos los cristianos al rato de hacer oración es pasarnos hablando horas y horas con peticiones y quejas, está bien que le pidas y le reclames pero

¡para el carro!, ¡callémonos¡ ¡ESCUCHEMOS lo que DIOS nos quiere decir!,

Por eso Dios nos regaló dos orejas y una sola boca, no solo para escuchar más al prójimo sino para escucharle en el diario vivir, Él nos habla incluso en las cosas cotidianas, ¿no crees que el despertarse, el estar sano y el pan de cada día no es un regalo de Dios?

Cuantas veces hemos escuchado que debemos perdonar al otro, que el otro debe ser más importante para nosotros, quizá de estar escuchando constantemente estas palabras ya las hemos aprendido, pero lo que no hemos aprendido es a VIVIRLAS, algunos han de decir que es duro perdonar y amar al mismo nivel que Jesús, que amó incluso a los que querían su muerte, pero que dice el versículo 8 “el que no ama no ha conocido a Dios”.

Esto nos cuestiona sobre si lo CONOCEMOS o solo hemos ESCUCHADO DE ÉL,

Y al escuchar sobre Él nos hemos apasionado tanto que nos quedamos con su ideal dejando de lado al verdadero Jesús, a aquel que lloró por Lázaro, el que sintió miedo en el huerto de los olivos, el que tuvo iras con los fariseos y con los vendedores del templo, el que es misericordioso con los leprosos, ciegos, con la mujer adultera…etc, el que ama a los niños… y podríamos seguir, por eso te vuelvo a preguntar ¿lo CONOCES o solo HAZ ESCUCHADO DE ÉL?

Antes de aprender a amar debemos conocer a Dios, te invito a preguntarte ¿Quién es Jesús en mi vida, qué puesto ocupa en ella? ¿Qué tan importante es para mí?

Recordemos lo que san Juan nos repite en el versículo 10: «Dios nos amó primero, y nos dio a su hijo para que muera por nosotros» y aun así Él te da toda la libertad para que tu ames. Cuando aprendamos a amar sabremos que estamos creciendo en santidad, por que nos estamos configurando con el Corazón de Cristo “nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos Creído en Él” (1 Jn 4, 16), amas porque lo conoces y crees y porque lo conoces y crees quieres que todos los conozcan y crean.

Esto lo conseguiremos en la medida en que ames a todos como a ti mismo, por que el que conoce el amor permanece en Dios.

[1] San Juan de la Cruz

[2] “Tu, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” Mt 6, 6

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